Mission passed! Respect +

Son 134 días con una tarea pendientes en el 2023. Es difícil de explicar o así, por lo menos, lo quiero entender, pero el recuento del 2022 que tenía pensado escribir los primeros días de enero se fue postergando día a día. Es una sensación de pereza que de forma racional no se puede aclarar, pero de algún modo sabía que no era el momento.

Resulta interesante que lo inesperado sea, a fin de cuentas, el motivo por el que ahora he tomado la decisión de cumplir con mi tarea de enero. Y es que mi cabeza se programó para cerrar capítulos que aún no tenían un final en el 2022, pero fue imposible. Sin embargo, el azar, la persistencia y la obstinación alejar un poco el ego, permitieron culminar con uno de esos pendientes que aunque no se quisiera estaban y seguirían allí ya no daban para más.

Una oportunidad

Fácil decirlo, no tanto permitirlo. En ocasiones sólo se trata de eso, de dar el paso. Ahora bien, no deja de ser curioso enfrentarse a una situación con un determinado modo de pensar respecto a cómo el otro actuará y encontrarse con todo lo contrario. Es más, puede reforzar sentimientos de culpa. Sin embargo, una vez todo lo que se debe hacer y decir… culmina, ya hay espacio para la calma, para la reflexión, para seguir.

Más allá de lo anterior, la parte importante de la historia es hallar un punto medio en el que las dos partes se desahoguen. En cualquier caso, eso es lo que mis muñecas me decían, me repetían y me recordaban día a día con cada movimiento de mis brazos.

Alivio

Como no estoy inspirado y en esta ocasión se trata más de un texto para cumplir, usaré una comparación simple. La vida como un videojuego. Es como cumplir con una de tantas misiones al jugar GTA, así de sencillo ahora a disfrutar de las nuevas ediciones.

Pese a lo simple del argumento anterior, sí que me queda pendiente, al menos entre esas ideas que divagan en mis pensamientos, que buena parte del alivio pueda provenir de la decepción. En fin, más allá de los medios, el resultado es lo importante, aquí no hay que complicarse la vida.

Y sí…mucho TikTok

La caricaturización de nuestras vidas por parte del otro, es una de las consecuencias de nuestros tiempos modernos de hiperconectividad. Somos la sociedad del tiktok, únicamente nos centramos en extractos descontextualizados para construir, comprender y juzgar vidas. Bueno, en ocasiones no hay acceso a más información, pero es que en algunos casos las conclusiones a las que pueden llegar ciertas personas son de un sinsentido que ni siquiera da para analizarlo.

Como comentario final, sólo decir que también en TikTok hay listas de contactos y al igual que en Instagram, hay listas de contactos con los que menos se interactúa.

¿Estructura?

En esta ocasión no la hay. Son ideas sueltas enfocadas en darle un consuelo al alma.

A desaparecer.

Fin.